Planta árboles, planta vida
Yo ya he plantado un árbol, ¿y tú?
Es innegable que los árboles están por todas partes, en las ciudades, en los parques, en los jardines públicos y privados, en el campo y en los bosques. Esto es natural ya que representan el 25% del total de las plantas existentes en el mundo y son el pulmón del planeta.
Existen en torno a 100.000 especias de árboles diferentes y, aunque la mayoría de estas especies se desarrollan en zonas tropicales, los árboles han sabido adaptarse perfectamente a todo tipo de climas y ambientes en el mundo. Están presentes tanto en espacios naturales como urbanos, siendo capaces de crecer y vivir en las ciudades, aunque algunos enferman por la contaminación.
Los árboles son de suma importancia para todo el ecosistema ya que se desarrolla mucha vida animal en ellos. Además, proporcionan sombra y purifican el aire, son un importante elemento estético en parques y jardines, reducen el ruido de las zonas urbanas y, si se trata de árboles frutales, proporcionan frutas que nos cargarán de vitaminas y energía.
Muchas razones por las que adquirir árboles
Los árboles son de suma importancia para el medio ambiente y para los seres humanos. Existen árboles de una gran diversidad de tamaños y formas los cuales sirven de hábitat para multitud de diferentes especies animales y microorganismos, por lo que son una pieza fundamental de nuestro ecosistema. Existen árboles que pueden alcanzar 150 metros de altura y vivir hasta 6.000 años.
Es de vital importancia conservarlos y replantar zonas deforestadas para preservar y proteger el medio ambiente.
Existen diversas formas en las que podrás adquirir árboles en un vivero. Podrás adquirir árboles a raíz desnuda, con cepellón, en un contenedor de plástico o maceta que es la forma más frecuente de adquirirlos o con cepellón escayolado, el cual suele utilizarse para árboles de gran tamaño. En Agrogojar contamos con una amplia variedad de árboles en Granada con los que podrás embellecer multitud de espacios.
Es importante conocer los tipos de árboles que existen para saber cuáles se adaptarán mejor a tus necesidades. Hay árboles frutales que se cultivan para recolectar sus frutos, otros que se plantan con fines decorativos en parques y jardines, algunos que se usan para dar sombra o para purificar el ambiente, y otros que se emplean para cubrir y privatizar determinadas zonas manteniendo una belleza estética.
Tipos de árboles
Árboles de hoja caduca
También conocidos como árboles de hoja ancha, tienen forma redondeada y se dispersan conforme van creciendo. Sus hojas no sobreviven a determinadas condiciones climáticas y pierden las hojas en otoño. Se componen de madera muy fuerte, por lo que es la fuente principal de su cultivo. Son ideales para decorar jardines y disfrutar de su sombra en verano y de la luz del sol en invierno. Los más comunes son el nogal, almendro, cerezo, álamo blanco, castaño, arce rojo o acacia espinosa.
Árboles de hoja perenne
Las hojas de estos tipos de árboles se renuevan progresivamente, mientras se desprende de unas hojas otras van creciendo por lo que el árbol se mantiene con hojas durante todo el año. Mantiene sus hojas en las estaciones frías y son ideales para tener sombra durante todo el año. Si quieres tener tu jardín libre de hojarasca no dudes en plantar árboles de hoja perenne. Los más comunes son el alcornoque, encina, acacia mimosa, olivo silvestre, alcanforero, tipuana, cedro del líbano, mocán o algarrobo.
Árboles frutales
Son aquellos capaces de producir frutos a partir de una flor. El fruto tiene semillas en su interior, ya que es el óvulo de la flor. Los árboles frutales son ideales para decorar jardines por su gran diversidad de colores y tamaños. En función de los frutos que producen, se subdividen en árboles de frutos tiernos y pepita en su interior, árboles de frutos tiernos y hueso en su interior y árboles de frutos secos. Los más comunes son el limonero, naranjo, cerezo, manzano, mango, peral, ciruelo, almendro o castaño.
Árboles de coníferas
Durante todo el año sus hojas permanecen verdes y solo se desprenden de las hojas más viejas. Su forma es triangular, crecen hacia arriba, tienen gran fuerza y son muy resistentes a condiciones climáticas adversas, aunque su madera es más blanda. Evolutivamente son muy antiguos y aparecieron antes que los de hoja caduca. Suelen estar en lugares fríos y montañosos y son muy usados en la reforestación de bosques. Los más comunes son el pinsapo, abeto, cedro, libocedro, pino o araucaria columnar.
¿Conoces la estructura de un árbol?
Un árbol es una planta que, generalmente, pueda alcanzar en su edad madura una altura desde los dos a los seis metros. Para distinguir un árbol de otras especies vegetales, un factor fundamental es saber que los árboles tienen un tallo leñoso y que, por lo general, viven muchos más años que el resto de plantas.
Los árboles, al igual que las personas, están compuestos por diferentes elementos. Todos los tipos de árboles existentes se componen de la copa, el tronco y la raíz. Tanto el tamaño de estos tres elementos como el color que tengan sus hojas varían según la edad y la especie de árbol de la que se trate. Para conocer más información precisa acerca de éstos y como forma de diferenciarlos de otras especies, como los arbustos, se analizan las partes del tallo que lo forman. Estas partes son la corteza, la xilema y el cambium.
Corteza: es la parte externa del árbol y sirve para proteger la madera, representando en torno al 15% del total del peso del árbol. Cuando es lisa es indicativo de que el árbol aun es joven, mientras que si es más gruesa y rugosa indicará que se trata de un árbol de mayor edad.
Xilema: también denominado leña o madera, es un tejido vegetal lignificado que se encarga de transportar el agua y los nutrientes desde la raíz hasta distribuirlo por todo el árbol.
Cambium: se sitúa entre la corteza y el leño y se trata de un tejido vegetal meristemático formado por células embrionarias, el cual permite calcular la edad de un árbol ya que va generando anillos nuevos en el interior del tronco cada año.
Cómo plantar un árbol
Lo primero que deberás hacer es cavar un hoyo, el cual debe ser dos veces superior al ancho de la planta y coloca abono en él.
Si el árbol que adquieres no es a raíz desnuda, deberás extraer la planta del envase que lo contenga. Deberás sacarlo del envase con sumo cuidado para no partir sus raíces.
Coloca la planta sobre el hoyo y esparce sus raíces, evitando plantarla a mucha profundidad.
Cubre el hoyo de tierra apisonándola para que quede firme.
Para fijarla mejor a la tierra, deberás regarla con abundante agua pero de forma pausada para evitar que ésta se esparza.
En los días posteriores deberás ir eliminando las malas hierbas que vayan surgiendo alrededor, ya que éstas absorberán la humedad y los nutrientes y pueden contener plagas.
La poda de árboles y sus cuidados
¿Cómo podar árboles?
La poda de árboles contribuye a que éstos florezcan y, por consiguiente, a que sean más fructíferos. Con la poda de árboles impedimos que se produzcan ramajes demasiado compactos que provocarían que la luz del sol llegase de forma desigual a todas las partes, con lo que crecería de forma desigual. Por tanto, la poda de árboles proporciona mayor vitalidad y contribuye a que orientemos el crecimiento de la planta.
La mejor época para podar árboles es el invierno debido a que, al encontrarse el árbol en estado de reposo, sufrirá menos al perder una cantidad de savia menor.
Aunque se trata de una actividad sencilla requiere que se conozca la técnica para tratar de hacer cortes limpios, ya que de lo contrario pueden producirse desgarros. Es importante usar herramientas que no estén sucias ni oxidadas para evitar que se produzcan enfermedades.
La poda se debe realizar en la base de la rama, pero siempre por encima de la unión que une esa rama con otra. Las yemas que tenga dicha rama deben quedar a unos 5 centímetros del corte y, si éstas son alternas, se deberá realizar una incisión diagonal, mientras que habrá que hacerlo de forma recta si crecen al mismo nivel que el tallo. Si el árbol es mediano o grande se debe acudir a un profesional, ya que debe trepar hasta la copa para empezar la poda usando un arnés.
Tipos de poda de árboles
No existe un sistema de poda único, por lo que en función de la edad y del resultado que se pretenda conseguir deberemos aplicar un tipo de poda u otro.
Poda de formación: se realiza durante los primeros años de crecimiento del árbol con el objetivo de orientar su crecimiento. Sirve para distribuir sus ramas y crear un contorno determinado. Este tipo es idóneo para los árboles frutales porque fomenta la producción de frutos y su recogida al emplazar la copa a una determinada altura del suelo.
Poda de mantenimiento: se caracteriza por suprimir componentes indeseados como tocones, ramas con riesgo de rotura, ramas secas y para darle forma al árbol o evitar ramajes muy compactos. Se realiza en árboles que ya están bien desarrollados.
Terciado: consiste en cortar todas las ramas dejando únicamente el tronco y aproximadamente un tercio de las ramas principales del árbol para controlar su volumen.
Desmochado: es la técnica más drástica y no todos los tipos de árboles lo toleran, deben cicatrizar de forma rápida. Consiste en realizar a 1 o 2 centímetros del tronco cortes bruscos y suele realizarse para restituir la vitalidad de la planta o para dirigir su crecimiento en espacios limitados.
En caso de que surjan dudas a la hora de efectuar la poda de árboles es mejor consultar a un profesional, ya que podrás evitar consecuencias irreversibles si realizas una acción incorrecta, sobre todo en el caso de podas tan drásticas como el terciado y el desmochado con los que puedes acabar con la vida del árbol si no sabes aplicar estas técnicas correctamente.
Si tienes alguna duda en la poda de árboles en Granada no dudes en ponerte en contacto con nosotros, somos especialistas en este tipo de técnicas y le asesoraremos sin ningún compromiso.
Todos los árboles que necesites
Si quieres adquirir árboles en Granada de cualquier tipo o buscas un sitio de venta de árboles frutales, en Agrogojar viveros encontrarás todo lo que necesites. Si necesitas asesoramiento sobre cómo cultivar, podar o injertar árboles frutales o de cualquier tipo no dudes en visitarnos.
Contamos con una amplia variedad de árboles en Granada con los que podrás embellecer multitud de espacios.
“Hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”
José Martí
Seguramente habrás oído alguna vez este dicho popular y es que aquella persona que planta un árbol o siembra una semilla tendrá una recompensa cada vez que otra persona se cobije bajo su sombra o coma el fruto que produce. Plantar un árbol es una forma de dar vida.
Herramientas para podar un árbol
Podadera o tijera de mano: son las más manejables y son ideales para el corte de las ramas más pequeñas. Para podar ramas de 20 centímetros se recomienda el uso de tijeras de una mano y para tallos de unos 30 centímetros las de dos manos. Las podaderas por otro lado ahorran gran esfuerzo gracias a que posee mangos largos.
Serrucho de poda o sierra: es necesario que cuenten con dientes muy afilados y se usan para ramas más gruesas. Hay una amplia variedad según la forma de su hoja, el tipo de dientes, el tamaño o si el cuerpo es flexible o rígido.
Navaja de jardinero o cuchillo: son imprescindibles para rematar incisiones gruesas que no hayan quedado con un corte limpio usando otros utensilios. Poseen una hoja muy afilada y curva que ayuda a realizar un corte más limpio.
Si necesitas complementos de jardín para el cuidado mantenimiento de tus árboles no dudes en acudir a nuestro vivero.
Los árboles independientemente del tipo, ya sean árboles frutales, ornamentales, coníferas u hoja perenne, tienen un gran impacto en nuestra sociedad y proporcionan múltiples beneficios. La plantación y el cuidado de los árboles es esencial para preservar el medio ambiente y mejorar nuestra calidad de vida, ya que influyen en nuestro estado de ánimo y en la calidad del oxígeno que respiramos, a la vez que dan sombra y refrescan el ambiente. Además, junto con las plantas de exterior, son un elemento esencial para embellecer y proporcionar naturalidad a espacios muy grises y artificiales de las zonas urbanas.